Cuándo son necesarios los antibióticos
Los antibióticos solo son necesarios para tratar ciertas infecciones causadas por bacterias. Dependemos de los antibióticos para tratar infecciones graves, como la neumonía, y afecciones que pueden poner en riesgo la vida, incluida la septicemia,* que es la respuesta extrema del cuerpo a una infección. También se necesitan antibióticos eficaces para las personas que tienen un riesgo alto de contraer infecciones. Entre quienes tienen un riesgo alto de contraer infecciones están los pacientes que van a ser operados, que tienen enfermedad renal terminal o que reciben terapia contra el cáncer (quimioterapia).
Cuándo no son necesarios los antibióticos
Los antibióticos no ayudarán a combatir algunas infecciones bacterianas comunes, incluidos la mayoría de los casos de bronquitis, muchos casos de sinusitis y algunos casos de infección del oído. Un antibiótico no lo hará sentir mejor si usted tiene un virus. Los antibióticos no hacen efecto contra las infecciones virales como los resfriados, la influenza (gripe) o el moqueo, aunque las secreciones sean espesas o de color amarillo o verde.
Los antibióticos salvan vidas, y cuando un paciente necesita este tipo de medicamentos, los beneficios superan el riesgo de los efectos secundarios. Cuando los antibióticos no son necesarios, no harán que usted se sienta mejor, y los efectos secundarios aún pueden hacerle daño. Los efectos secundarios comunes de los antibióticos pueden incluir:
Entre los efectos secundarios más graves se incluye la infección por Clostridium difficile (también llamada C. difficile o C. diff), que causa diarrea y puede dañar gravemente el colon y provocar la muerte. Las personas también pueden tener reacciones alérgicas graves y potencialmente mortales.
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